El cardiólogo fue distinguido por su calidad e innovación.
Alfredo Eduardo Rodríguez, cardiólogo, fue declarado “Personalidad Destacada de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de las Ciencias Médicas” durante un acto en el salón San Martín. La diputada María Luisa González Estevarena (Vamos Juntos) afirmó que “su enorme mérito, currículum y trayectoria” lo hacen merecedor de la distinción, además de “la calidad humana en cómo trata y contiene al paciente”. Estevarena agradeció la presencia del Presidente de la Comisión de Salud, el legislador José Luís Acevedo (VJ) por sus aportes para la declaración de Rodríguez y concluyó: “Es un honor abrir este Palacio Legislativo para ofrecer este homenaje”.
Francisco Ayala, profesor titular de Medicina y Cardiología en la Universidad de Chile, afirmó que “me es muy grato para mí y un privilegio, destacar su trayectoria y méritos”. Indicó que Alfredo Eduardo Rodríguez tiene “una destacada labor de cardiólogo, intervencionista, médico y que además es un gran padre, abuelo y amigo”. Recordó que lo conoció en 1986, cuando había sido invitado a Santiago de Chile para exponer de su especialidad. Ese mismo año fue cuando se utilizó por primera vez un stent y la técnica se masificó en 1993, aunque en 1999 se empezaron a utilizar los implantes farmacoactivos. Destacó la dirección del homenajeado en el Centro de Estudio en Cardiologia Intervencionista (CECI), donde “se han formado médicos”.
Ayala resaltó entre numerosas distinciones, el premio Ethica AWARD por la Universidad de Erasmus y Thorax Center (Holanda) al Mejor Investigador Clínico de Cardiología del Mundo en 2005 y el Premio bianual “Rafael Bullrich” de la Academia Nacional de Medicina en 1981.
De acuerdo a la declaración 340 de 2018, aprobada por la unanimidad de los legisladores, “fue pionero en la medicina realizando la primera angioplastia coronaria en infarto agudo post trombólisis en América Latina en 1981, la primera demostración del recupero elástico como fisiopatología de la reestenosis coronaria post balón en la angioplastia, los primeros estudios randomizados de angioplastia en múltiples vasos con balón y con stent, los primeros estudios observacionales y randomizados con stents en infarto agudo de miocardio y la primera observación del fenómeno de stent trombosis con los stents liberadores de droga”.
Carlos Fernández Pereira, sub director del CECI y miembro de la American College of Cardiology, afirmó que “sería muy osado transmitir toda su carrera”. Explicó que “hoy la angioplastia está bien estabilizada”, pero antes la técnica no era tan común. Rodríguez se formó con uno de los pioneros en los Estados Unidos y afirmó que “el representa un mentor dentro de nuestra especialidad”, ya que ha instruido a otros cardiólogos del país y América.
Agustina Rodríguez Granillo, expresó que su padre supo transmitirle “mi amor por la ciencia y el pensamiento científico” y fue quién le inculcó que es posible “llegar al objetivo más alto, si es que uno se lo propone”. Y evaluó que “triunfó también como padre, ya que sus 6 hijos están presentes hoy y sus nietos lo adoran”.
Luego de recibir el diploma y bandeja conmemorativa, Rodríguez se dirigió al público: “es un altísimo honor, esto que me han dado”. Recordó que realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio de la Sagrada Familia de la ciudad de Córdoba. Cuando finalizó, a pesar de que su padre era decano en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Córdoba, se decidió por la Nacional de Córdoba, para tener autonomía de su progenitor.
Una vez graduado el padre le recomendó que fuera a perfeccionarse a Bélgica, pero él le dijo: “Quiero estar con este señor, el doctor René Favaloro”. Contó que la Fundación Favaloro era “la catedral de la medicina interna y cardiología de la Argentina”, que él le transmitió la idea de leer los textos académicos en profundidad, hasta el último detalle y que “uno no puede hacer investigación clínica, si no sabe dónde quiere llegar”.
Afirmó que la angioplastia la puede hacer cualquier médico con su formación específica que tenga absoluta responsabilidad: “el paciente es lo más importante y nos entrega su cuerpo”. Y consideró que en una intervención, junto a un buen equipo médico integrado por anestesistas, enfermeras y asistentes, “tenemos el 99.9% de las posibilidades”. Para finalizar, Rodríguez, agradeció principalmente a su familia, “que estuvo en las buenas y las malas”.