El sábado 13 de Octubre, en horas de la mañana, comenzaron a arribar a la sede de la Asociación de Fomento Federico Lacroze vecinos de las quince Comunas de la Ciudad de Buenos Aires, miembros de los distintos Consejos Comunales y de distintas organizaciones civiles y barriales.
En un número cercano al centenar se reunieron en diversas mesas de trabajo para discutir e intercambiar ideas y propuestas sobre temas que los preocupan, tales como la importancia de la incumplida descentralización en Comunas o la necesidad de concretar la participación ciudadana real en las decisiones sobre lo que se hace en sus barrios. También analizaron el impacto que los Códigos Urbanístico y de Edificación, van a tener en la vida cotidiana de los porteños y el que los aumentos de tarifas están teniendo en el presente. Asimismo se intercambiaron ideas y propuestas sobre las respuestas a las preguntas que el Espacio Inter Consejos Consultivos Comunales requirió que la Legislatura les haga a las Juntas Comunales. Otro tema de discusión fue el de identificar las maneras en que las normas de funcionamiento de los distintos Consejos Comunales -con sus similitudes y diferencias- facilitan y organizan la participación popular en el control de las Juntas Comunales y el Gobierno de la Ciudad.
Luego de un trabajo en grupos cercano a las dos horas, cada mesa de vecinos fue exponiendo sus conclusiones y propuestas a los restantes participantes del Plenario. Desde la confirmación de que el proceso de descentralización de funciones del Gobierno central a los Gobiernos comunales, había sido prácticamente nulo, pasando por el establecimiento de estrategias comunes para impedir las normativas más perjudiciales de los códigos urbanos en los barrios, hasta la conveniencia de organizar un foro permanente sobre las normas de funcionamiento y las acciones de los distintos Consejos Comunales, la producción del Plenario fue muy rica, coherente y positiva.
El hecho que recién después de siete años de funcionamiento de las Comunas, se haya realizado este 1º Plenario de Consejos Consultivos Comunales, no es una casualidad. Responde a varios motivos. Uno de ellos -y no el menos importante- es que los ciudadanos que sostuvieron la existencia de los Consejos Comunales, a pesar de la desconsideración con que los trataron las Juntas Comunales y el Gobierno central de la Ciudad, hicieron una maduración institucional en torno a la captación y canalización de las preocupaciones vecinales, que les otorgó una entidad local incuestionable como actores barriales. El vaciamiento y la inoperancia obligada de las Juntas Comunales -elegidas sin que la mayoría de los ciudadanos supiera siquiera que los estaba eligiendo- y condenadas a una dependencia ilegal del gobierno central, no hicieron más que darle más relevancia aún a estos Consejos de vecinos que trabajan gratuitamente por el bien común. Pero la formación, hace unos meses atrás, del Espacio Inter Consejos Consultivos Comunales, integrado por vecinos de las quince Comunas, fue el ámbito que les permitió ver la necesidad de unirse, para llevar adelante la democracia participativa establecida en la Constitución de la Ciudad. Esa que, reconociendo el derecho de los vecinos de a pie a decidir y controlar lo que se hace y no se hace en sus barrios, manda a las autoridades electas que deliberen y gobiernen con ellos. Superando el viejo y anacrónico principio del siglo XIX según el cual sólo podían deliberar y gobernar los “representantes” y el pueblo quedaba excluido de estas funciones políticas centrales.