Construirán más túneles y un nuevo acceso para combinar las tres líneas de subte bajo el Obelisco. Lo usan 300.000 pasajeros por día. El ingreso estará sobre Sarmiento.
Los túneles bajo el Obelisco es uno de los puntos más conflictivos del subte porteño, por ahí pasan 300.000 pasajeros por día para hacer la combinación entre las líneas B, C y D. Comenzaron las obras para construir un nuevo acceso sobre la calle Sarmiento al 800, al mismo tiempo que se hizo un túnel para aliviar el flujo de pasajeros, que muchas veces caminan en andenes atestados y conviven con la salida y llegada de los trenes.
Estos túneles fueron construidos en la década del ‘30 y hasta ahora solo se habían hecho intervenciones menores. Funcionan las estaciones Carlos Pellegrini, de la línea B, que tiene 340 mil pasajeros por día; Diagonal Norte, de la línea C, con 200 mil usuarios por jornada, y 9 de Julio, de la D, que traslada a 310.000 viajeros.
Debido al crecimiento del flujo de pasajeros, los vestíbulos quedaron chicos y los túneles que llevan a las líneas son angostos. Así es que se convierten en cuellos de botella, en los que se generan largas filas por acumulación de gente, sobre todo en las horas pico y resulta peligroso.
“Ya se construyó el nuevo pasillo debajo de la calle Sarmiento. Entre Suipacha y Esmeralda estará el nuevo acceso. Desde allí se podrá llegar a un ascensor y una escalera mecánica que llevan al andén a Constitución de la estación Diagonal Norte de la línea C. Y a su vez, hacia el otro extremo, se llega al mismo tiempo hasta el vestíbulo de la línea C y al andén línea D a Catedral”, explicaron los ingenieros que están a cargo de los trabajos.
En todos los casos también se busca mejorar la accesibilidad para personas con movilidad reducida, con la incorporación de nuevas escaleras fijas, mecánicas y ascensores también destinados al resto de los pasajeros.
“En esta etapa se busca mejorar la accesibilidad y la evacuación. Luego, en la siguiente parte, también se avanzará con mejoras en la circulación”, ampliaron desde SBASE, y agregaron que se hará “un túnel paralelo al andén”. También está proyectado para el futuro el ensanchamiento de pasillos y escaleras.
En el terreno que se usará para el nuevo acceso a la línea D, sobre la calle Sarmiento, funcionaba un estacionamiento. El túnel tuvo un costo de $ 80.9 millones y se pudo hacer con presupuesto de SBASE.
El resto de la obra, que incluye la renovación del sistema de señales y potencias eléctricas, necesarias para gestionar la incorporación de coches con aire acondicionado a la línea D, se financia con un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) de U$S 104 millones.
Según los plazos que maneja el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, en junio del próximo año estará listo el nuevo acceso sobre la calle Sarmiento y el pasillo que llevará a los andenes de las líneas C y D.
Para junio de 2020 se completarían las obras de potencia eléctrica. Son necesarias para el plan de renovación de la línea D, que ya tiene 84 coches con aire acondicionado y sumará otros 60. También se incorporará el sistema CBTC -que ya funciona en la Línea H y que se está instalando en la C- y que permite el máximo acercamiento entre formaciones de forma segura. Todo el conjunto, además del ensanchamiento de andenes, estaría terminado en 2023.
“Esta obra nos va a permitir que la línea D corra con un 100% de coches con aire acondicionado y llegue a una frecuencia de 2:15 minutos entre trenes en las horas pico. Estimamos que estas mejoras sumarán 200.000 pasajeros a la red de subtes”, señaló Franco Moccia, Ministro de Desarrollo Urbano y Transporte.