Sobrevivientes y familiares se enteraron por los medios que la Justicia entregó las llaves del boliche de Once a la sociedad off shore Nueva Zarelux, que integra uno de los condenados. Fuerte repudio y el pedido de que el local sea un espacio de memoria.
Cuando el pasado 30 de diciembre se cumplieron 14 años de la masacre de Cromañón, sobrevivientes y familiares de las víctimas se enteraron por los medios que la Justicia había entregado el boliche a uno de los condenados. Nadie los había notificado previamente. Desde entonces comenzaron a difundir su repudio. Denuncian que dejar el lugar en esas manos es “un ataque a la memoria” y reclaman que el sitio sea conservado.
La entrega del lugar a Rafael Levy, empresario de la noche y condenado a 4 años y medio de prisión por estrago seguido de muerte, fue a través de una sociedad off shore, Nueva Zarelux. “Durante el juicio, nuestras querellas plantearon que había que investigarla. Pero no se hizo”, cuestionó Silvia Bigna, mamá de Julián, una de las víctimas fatales. “No estamos de acuerdo con que los mismos que fueron condenados por la masacre se queden con el lugar”, enfatizó, en diálogo con medios de prensa.
Bigna recordó que el nombre de Levy -ya en libertad condicional- no sólo está asociado a la sociedad Nueva Zarelux y al boliche Cromañón. En 2014, al presentar el Mapa Prostibulario de Once, la Fundación La Alameda señaló a Levy (foto) como propietario de un prostíbulo: “Ubicado en Av. Rivadavia 3007, encubierto como bar-café. Este prostíbulo (ilegal por la Ley de Profilaxis 12.331) muestra la impunidad con la que se mueve la mafia en el barrio”, denunciaban por entonces. Y agregaban que “el prostíbulo fue filmado con cámara oculta y denunciado en reiteradas ocasiones por La Alameda (2008, 2011 y 2012), incluso fue tapa de distintos diarios de tirada nacional. A pesar de que fue clausurado siempre reabrió, mostrando la complicidad de los organismos inspectivos de la Ciudad”.
Tras enterarse que Levy volvía a quedar a cargo del lugar donde funcionó Cromañón -en Bartolomé Mitre al 3000-, sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas emitieron un comunicado para expresar su rechazo y volvieron a exigir que sea un espacio de memoria.
“Entre sobrevivientes y familiares tenemos que conversar cómo sería ese espacio. Estos años estuvimos concentrados en reclamar justicia. No nos han dejado respirar, no hace mucho que terminaron los juicios”, remarcó Bigna. Y adelantó que el próximo 30 de enero habrá concentración ante la Jefatura de Gobierno y conferencia de prensa frente al local de Once para exigir “no a la entrega del boliche, sí a la memoria de la masacre”.