El juez Rafecas orden� la preservaci�n del pabell�n donde en marzo de 1978 los penitenciarios provocaron una masacre que dej� 65 muertos. La medida de no innovar podr�a ampliarse a otras zonas de la c�rcel.
En marzo del a�o pasado el Jefe de Gobierno, Horacio Rodr�guez Larreta, anunci� con bombos y platillos el traslado de la C�rcel de Devoto a Marcos Paz. Dijo que era algo �hist�rico� que respond�a a reclamos vecinales y anunci� que las obras comenzar�an en agosto. Prometi� m�s espacio p�blico y verde, pero enseguida comenzaron las especulaciones sobre m�s negociados inmobiliarios fomentados por el macrismo porte�o. Sin embargo, una investigaci�n por delitos de lesa humanidad altera los planes de Rodr�guez Larreta. En el �ltimo d�a h�bil de 2018, la Justicia dict� una medida de no innovar sobre uno de los pabellones. Es decir, el sitio debe resguardarse: no puede demolerse ni venderse.
Se trata del Pabell�n S�ptimo, donde el 14 de marzo de 1978 agentes de Servicio Penitenciario Federal provocaron una masacre. Los presos fueron gaseados y ametrallados, y se los dej� morir quemados y asfixiados: hubo 65 muertos y otras 89 v�ctimas de torturas. Por este caso, el juez federal Daniel Rafecas proces� el viernes 28 de diciembre �ltimo con prisi�n preventiva al ex jefe del penal y a otros tres penitenciarios por tormentos seguidos de muerte. El mismo magistrado dict� la orden de no innovar sobre el pabell�n donde ocurri� todo, e indic� adem�s que se debe seguir investigando si hubo otras zonas de la c�rcel involucradas. Es decir, la Justicia podr�a indicar la preservaci�n de m�s �reas de la c�rcel.
�Nosotros hab�amos pedido una medida de no� innovar sobre toda la unidad. El juez dice que hay que producir a�n medidas de prueba y falta todav�a informaci�n por ejemplo sobre la posibilidad que haya huesos en una zona. Faltan todav�a medidas sobre otros lugares de la unidad. Pero sobre el pabell�n no hay dudas sobre lo que sucedi�. Por eso se dictaron los cuatro procesamientos, el mismo d�a que se dict� la medida de no innovar. Lo que el juez dice es que por ahora se dicta una medida de no innovar sobre el Pabell�n S�ptimo, y se sigue investigando sobre el resto�, explic� Claudia Cesaroni, una de las abogadas querellantes.
�Para nosotros es muy importante. Y despu�s de enero vamos a trabajar con los legisladores de la Ciudad porque hay un acuerdo entre Naci�n y Ciudad sobre un espacio f�sico que te�ricamente se va a vender, pero no se va a poder vender todo porque hay una medida de no innovar. Y el Pabell�n no se puede no tocar si se toca el resto, porque est� en el medio de otros dos. No pod�s tirar abajo una planta entera y dejar en el aire el Pabell�n S�ptimo�, se�al� la abogada, autora del libro Masacre en el pabell�n s�ptimo y miembro del Centro de Estudios en Pol�tica Criminal y Derechos Humanos (CEPOC).
�Vamos a insistir en que hay otros espacios en que ya sabemos que pasaron cosas y que tambi�n se mantengan intocados, y sobre todo avanzar en la idea de que se transforme en un espacio de memoria�, resalt� Cesaroni, quien adem�s present� un pedido de amparo contra la demolici�n y el traslado de la c�rcel, que est� en curso.
�La preservaci�n del sitio en que tuvieron lugar los hechos investigados resulta primordial ante la eventual realizaci�n de un debate oral y p�blico respecto de las personas que han sido cauteladas�, escribi� Rafecas en la orden de no innovar, tras dictar el procesamiento de cuatro penitenciarios por los delitos de lesa humanidad cometidos en el Pabell�n S�ptimo. Y resalt� que la conservaci�n del espacio es fundamental ante la posibilidad de que en el marco del juicio �se considere necesario la realizaci�n de una inspecci�n
judicial -con la participaci�n de los sobrevivientes- al lugar de los hechos o, incluso, una reconstrucci�n de los eventos, medidas probatorias que podr�an ser solicitadas por las partes que tomen intervenci�n en la instancia de debate oral�.
Rafecas tambi�n remarc� que �al mismo tiempo, el mantenimiento del sitio indicado en las condiciones en que actualmente se encuentra, tiene una importancia trascendente para la conservaci�n de la memoria de los sucesos que marcaron la historia de nuestro pa�s�.
Sobre el avance de la causa por la masacre en la que fueron asesinadas 65 personas en 1978, Cesaroni destac� que los procesamientos son �muy importantes. Es la primera vez que se procesa a penitenciarios federales por hechos ocurridos en dictadura cuyas v�ctimas fueron detenidos llamados �comunes�, no por su intervenci�n en un centro clandestino o en la represi�n de presos pol�ticos, sino por un hecho que involucra solamente a presos comunes, en un contexto entendido como delito de lesa humanidad. Es el primer caso, y es una larga batalla que tenemos para que este hecho sea entendido como masacre y no como un mot�n -cosa que creo que ya hemos logrado- y para se llegue a un juicio�.