Desde que arrancó el 2019 se realizaron varias inspecciones en locales y galerías de la Ciudad y se recuperaron 190 teléfonos que habían sido sustraídos.
Personal del Departamento de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad, abocado a tareas de prevención de robo de celulares, realizó varios operativos en la vía pública durante el mes de enero y se logró la detención de 40 personas que se dedicaban al robo y comercialización de teléfonos.
En estos primeros días del año se inspeccionaron nueve locales y se encontraron 190 celulares que habían sido robados. De las cuarenta personas detenidas, 16 son de nacionalidad peruana, 15 son argentinos, hay 4 bolivianos, 2 dominicanos, 1 venezolano, 1 colombiano y 1 paraguayo; en varios casos ya tenían antecedentes por delitos de este tipo.
Desde el 30 de mayo del año pasado, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, a través de la Dirección de Cibercrimen de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, realizó 33 inspecciones, 22 controles en la vía pública, cuatro allanamientos y tres entregas controladas, logrando el secuestro de 3.859 celulares.
A raíz de los estrictos controles que se vienen realizando en galerías de Once y Constitución se pudo determinar que la modalidad de venta de teléfonos robados o adulterados se modificó. De esta manera, se pudo establecer que muchos comercios optaron por no tener los celulares irregulares en el local, sino que se los entregan a personas que están recorriendo las distintas galerías, denominados “bolseros”.
Por tal motivo, el personal policial en las zonas de compra y venta de aparatos electrónicos se abocó también este año a detectar a los “bolseros”, quienes caminan los locales y ofrecen celulares de dudosa procedencia.
El primer eslabón de la cadena es el motochorro; el segundo es “el bolsero” y el tercero es el vendedor de los locales.