La caída de las ventas están llevándolas a explorar otros negocios: quieren competir con Starbucks y McDonald’s.
Con la llegada del sistema de autos compartidos (alquileres de corto plazo) y con los cargadores eléctricos como combustible en el horizonte, las estaciones de servicio están en un proceso de transformación de su negocio. Actualmente, alrededor del 70% de su rentabilidad todavía se genera por el despacho de combustible, pero esta relación está cayendo y cada vez más empiezan a ofrecer otros servicios para seguir atrayendo clientes.
En los últimos 24 años, la cantidad de estaciones de servicio cayó de 5327 a 3947 bocas de expendio en todo el país, según datos de la consultora Energy Consilium, fundada por el exministro de Energía Juan José Aranguren. La provincia de Buenos Aires es la que tuvo la mayor baja, con 773 estaciones menos que en 1994, que pasaron de 2201 a 1428 estaciones. Le sigue la Capital Federal con 203 bajas.
«El modelo de negocio de las estaciones de servicio de barrio dejó de ser rentable por el aumento de los costos, y por eso cerraron. Se convirtieron en lugares muy interesantes desde el punto de vista del valor inmobiliario», dice Aranguren.
En la actualidad, el sector está golpeado por la caída en la demanda de combustibles, de entre 10% y 15% en lo que va del año, producto del aumento de los precios y la caída del poder adquisitivo, que derrumbó la venta de nafta premium, especialmente. Pero a futuro las estaciones de servicio enfrentan otros desafíos, que tienen que ver con el avance de la tecnología y los cambios de hábitos de los usuarios. “El negocio está cambiando. Hoy la rentabilidad de las estaciones sigue siendo principalmente por la venta de combustibles, pero de acá a unos años esta ecuación pasará a representar la mitad de las ventas y el resto será la oferta en el shop”, admite Hernán Landgrebe, secretario de FECRA, la federación que agrupa a los empresarios dueños de estaciones, quien anticipa que está en análisis incorporar el sistema de lockers para que las estaciones sean punto de entrega de las ventas por Internet, ya que están abiertas las 24 horas.
La marca Axion ya avanzó, en cinco estaciones, con la incorporación de lockers que se desbloquean con el teléfono, y tiene una alianza con Mercado Libre para la recepción de envíos en esas locaciones. «El objetivo es lograr mayor tráfico de personas brindando un servicio diferencial a los clientes y convirtiéndonos en centros de servicios», comentan sobre su ventaja. La marca, que tiene 632 bocas de expendio, incluyendo las exestaciones Esso, además ofrece el servicio de retiro y recepción de los autos alquilados con la aplicación Awto y tiene instalados cargadores eléctricos en algunas de sus bocas.
YPF, la líder del mercado con 1600 estaciones, también avanzó en la incorporación de nuevos servicios. Además de tener las facilidades del locker, cajeros automáticos y ser punto de entrega de los autos para alquiler de Toyota (con la aplicación Mobility Services), apunta a atraer al cliente de paso (on the go, en la jerga). «En la estación de servicio del Mercado Central tenemos una propuesta para que el conductor pida su café sin bajar del auto. En la de Benedetti [Pilar] tenemos instalado un food tracks. El cliente puede pedirle el café al surtidor y retirarlo en la salida, antes de ingresar en la autopista. El servicio de YPF Full es una estrategia importante en la cual vemos un crecimiento fuerte», dice Enrique Levallois, gerente ejecutivo comercial de YPF.
Para la petrolera con control estatal, sus nuevos competidores son Starbucks y McDonald’s. «Por año vendemos 25 millones de cafés y 3 millones de hamburguesas, y fuimos los primeros en incorporar en nuestros restaurantes sillones de cuero y lámparas para ambientar el lugar. Buscamos que el ambiente sea agradable y acogedor», agrega Levallois, que a contramano de las estadísticas del mercado dice que YPF piensa sumar 209 bocas más en los próximos cinco años.
En el Automóvil Club Argentino (ACA) coinciden en la necesidad de brindar servicios adicionales al despacho de combustibles, por eso ofrecen trabajos simples de reparación para los vehículos. «Estamos abiertos los siete días de la semana y ofrecemos cambiar una lamparita, el limpiaparabrisas, servicios a la pintura del auto, lustrado, acrílico, cerámico, todo lo que es la boutique del automóvil», cuenta Mariano Sancho, gerente de Operaciones del ACA, que señala que ya está incorporada la tecnología para que sea autoservicio la carga de nafta, aunque generaría un problema sindical, porque se dejaría de lado mucha mano de obra.
Este modelo de carga, que en muchos países del mundo ya es automático, se está ofreciendo nuevamente con playeros en algunas estaciones para brindar un servicio diferencial de valor agregado. «En algunos lugares se vuelve a ofrecer como un servicio premium adicional», dice Sebastián Jukic, director general en Franquicia Action Coach Argentina y especialista del sector.
«La Argentina está cuatro escalones abajo del mundo en cuanto a productividad en el desarrollo de las estaciones. Acá el negocio principal aún es el despacho de combustibles, cuando en otros países representa entre el 20% y el 30% de las utilidades. El resto son ingresos de las tiendas o restaurantes. A futuro, la tecnología que se viene es la intermedia, la de los autos híbridos, que combina las dos cosas, el motor con combustible y el eléctrico, y permite duplicar la autonomía del auto y bajar el consumo. Esto impacta de lleno en las estaciones, porque el consumidor irá menos veces», agrega el experto.