Sucedió en el colegio Francisco de Vitoria. Tras almorzar, los nenes debieron ser trasladados en ambulancia a los hospitales Durand y Fernández.
Unos treinta chicos de la escuela pública Francisco de Vitoria ubicada en la calle Julián Álvarez 241 del Barrio de Villa Crespo se intoxicaron este viernes después de almorzar comida presuntamente en mal estado que había enviado el Gobierno porteño. “Lo que pasó es que hubo una intoxicación por una tanda de comida que mandó el Gobierno de la Ciudad, de las comidas que van a los comedores de las escuelas estatales. Se ve que estaba en mal estado”, detalló a medios de prensa Sebastián, un padre de cuatro nenas que van a la primaria en el lugar.
Trascendió que tras comer pizza durante el recreo del almuerzo, muchos de los chicos de diferentes grados empezaron a sentir náuseas, dolor de estómago y vómitos. “Mi nena de quinto fue la que peor la pasó. Vomitó varias veces y fue trasladada en ambulancia al Durand”, detalla Sebastián y asegura que Francisco de Vitoria es una escuela de doble jornada donde la mayoría de los chicos almuerza.
“Me llamaron a las 2 de la tarde para decirme que tenía que ir a buscar a mi hija que estaba con dolor de cabeza y vómitos. Cuando estoy llegando, se cruza una ambulancia. Entro a Dirección y estaba mi hija con otro nene más. Cuando salgo al patio de la escuela había siete chicos más. En media hora había cuarenta chicos. De tercero a segundo grado era el aula completa”, afirma Natalia, otra de las mamas de los nenes afectados. “Como eran tantos chicos, llegaron cinco o seis ambulancias y la terminé de llevar yo al hospital”, agrega.
Por su cuenta, Macarena, otra mamá de una de las nenas afectadas, dice: “Mi hija volvió con dolor de estómago y cabeza. Me contó que en el menú había pizza y a ella le sirvieron dos porciones. La segunda, se dio cuenta que tenía un sabor metálico, como de fierro”.
Según trascendió, un equipo de bromatología se llevó el viernes tras el hecho una tanda de ración de pizzas para ser analizadas. También investigan si el agua que tomaron los alumnos estaba en mal estado.
“Los productos que llevan los camiones que contrata el Gobierno con comida son ajenos al colegio. Siempre hay algún problema. Los chicos se viven quejando la comida”, concluye Sebastián.