La Legislatura apoyó al corredor Savonitti, quien realiza una ultra travesía pedestre para promover el lenguaje de señas y la inclusión de los sordos.
Por iniciativa del Vicepresidente Primero Agustín Forchieri y coautoría del diputado Gonzalo Straface (ambos del bloque Vamos Juntos), la Legislatura porteña resolvió hacer un acto de reconocimiento al ciudadano Juan Pablo Savonitti, por “su compromiso para promover y difundir la lengua de señas.”
Se trata de un súper maratonista que está realizando el desafío de correr 35.000 kilómetros, desde el extremo austral del continente hasta el techo de Alaska, con el propósito de difundir la problemática de los discapacitados auditivos e impulsar el aprendizaje y la difusión del lenguaje de señas.
El acto se realizó en el salón Montevideo del parlamento de la Ciudad de Buenos Aires, donde estaban presentes el padre y la madre del deportista, ambos hipoacúsicos y notablemente emocionados y orgullosos por la hazaña que está realizando su hijo.
El flamante legislador Matías López (VJ) le hizo entrega, en representación de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, de un diploma de reconocimiento.
Savonitti comentó al público -asistido por un intérprete porque varios presentes tenían limitaciones auditivas- detalles y anécdotas notorias de su descomunal recorrido, iniciado en Ushuaia (Tierra del Fuego) el 1° de enero último y que prevé concluir dentro de unos dos años en Bahía de Prudhoe (Alaska).
Al día de hoy, llevaba andados unos 5.500 kilómetros y su raid llegó hasta el norte de Jujuy, a 4.300 metros sobre el nivel del mar, donde suspendió por unos días la corrida para pasar la Navidad con sus padres en Buenos Aires. Cuando retome el itinerario cruzará al desierto de Atacama, en Chile, a través del Paso de Jama.
“Yo corro para acortar las distancias entre la comunidad sorda y el resto del Mundo”, sentenció Savonitti, quien aclaró que no es una competencia, sino una travesía para hacer visible el problema de las personas con discapacidades auditivas y recaudar fondos destinados a impulsar y mejorar su comunicación con las demás personas.
Las donaciones son depositadas en la Asociación Mundial de Sordos, con sede en Finlandia, que tiene asociaciones que la representan en todos los países, hacia los que dirigirá el prorrateo de lo recaudado. Explicó que eligió esa entidad por su transparencia y su carácter internacional.
Savonitti corre en absoluta soledad, sin apoyo logístico, guiado por un GPS. Así piensa atravesar 14 países de América en un lapso total calculado de tres años. “Hay mucha solidaridad, tengo apoyo de gendarmes, policías y la gente es muy generosa, me invitan a parar en sus casas, a comer, a higienizarme o descansar; estoy muy agradecido a todos”, explicó el corredor.
Detalló que corre entre 50 y 60 kilómetros por día (dependiendo de las condiciones climáticas); luego hace dedo para que lo aproximen al paraje o localidad más cercano, donde difunde su campaña, descansa, recobra fuerzas y, al día siguiente, retoma desde el punto donde abandonó la jornada anterior, al que llega transportado por algún colaborador espontáneo. “A veces, antes de entrar a un pueblo o a la salida, me acompañan varios corredores, maratonistas y ciclistas, por lo que se producen imágenes propias de la película Forrest Gump”, ironizó.
Savonitti tiene de 37 años, siempre hizo deportes (básquet, voley, karate, atletismo) y hace 17 años que reside en el exterior (Italia, Suiza, Reino Unido, Rusia y Bulgaria). Desde 2016 comenzó a practicar el ultrarunning y participó en una veintena de ultra maratones (más de 100 Kilómetros y con desniveles).
Lleva 341 días al trote, a través de la célebre ruta nacional 40. Continuará por desierto de Atacama, en Chile; Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos, Canadá y al final Alaska.
Su periplo se puede seguir en tiempo real, por GPS, desde el sitio www.niamalimits.com.