Según datos del Gobierno de la Ciudad, aumentaron un 48% con respecto al mismo periodo del año pasado. Los llamados se realizaron al 144.
Los casos de violencia contra las mujeres subieron de manera alarmante durante la cuarentena en la Ciudad. El ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, a través de la Dirección General de la Mujer, registró, desde el inicio de la cuarentena, un total de 19.722 llamados en la Línea 144, un 48% más en relación al mismo período del año pasado.
Entre el 20 de marzo (cuando se decretó el distanciamiento social obligatorio) hasta el 31 de marzo se recibieron 2.082 llamados, con un aumento del 36% (1.551); en abril se registraron 6.191 llamados con un crecimiento del 52,3% (4.065); en mayo fueron 5.668, un 42,5% más que en 2019 (3.976); y en junio 5.781, con un crecimiento interanual del 54%.
El objetivo de la línea es el asesoramiento, acompañamiento y contención de cualquier mujer en situación de violencia por motivos de género que desee pedir ayuda.
A su vez, desde fines de abril se encuentra disponible una funcionalidad específica en Boti, el Whats App de la Ciudad -11-5050-0147-, para que cualquier mujer pueda contactarse y ser derivada con las operadoras del 144. Esta herramienta es especialmente útil para cuando una mujer se encuentra imposibilitada de hablar por teléfono. Desde que se incorporó se recibieron 1.502 contactos. Asimismo, se registraron 449 mensajes por acoso callejero.
“El aumento de llamados al 144 durante el aislamiento pone en evidencia que muchas mujeres sufren violencia en sus propias casas y se ven afectadas por la situación de cuarentena. En la Ciudad estamos sumando esfuerzos para acompañarlas. No podemos permitir que ninguna mujer se sienta atrapada en su propia casa y no toleramos ningún tipo de violencia. Si conocemos o vemos situaciones de violencia, acompañemos a las víctimas, apoyémoslas, que sepan que cuentan con nosotros. Hay un equipo, un gobierno y una Ciudad entera para apoyarlas”, dijo el Jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel.
“En esta nueva realidad que estamos atravesando, queremos decirle a cada mujer de la Ciudad que no está sola, que cuenta con nosotros para acompañarla y ayudarla en este momento. Por eso desde el ministerio impulsamos diversas medidas para garantizar la transversalidad de la perspectiva de género en el abordaje de la pandemia y para facilitar el contacto de las mujeres con las herramientas con las que cuentan desde el Estado para hacerle frente a esta problemática”, reconoció la Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore.
La Dirección General de la Mujer cuenta con 35 trabajadoras especializadas, entre psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales que trabajan de forma confidencial y remota, a través de celulares que fueron enrutados a la línea oficial, en 6 turnos superpuestos para garantizar la atención las 24 horas.
Si bien ante una emergencia se debe llamar al 911, si el llamado es realizado al 144 las operadoras derivan automáticamente el pedido a la línea de emergencias, que se dirigirá al lugar con una cuadrilla de género.
Alrededor del 30% de los llamados al 144 suele ser realizado por personas cercanas a la mujer cuya integridad está en riesgo. En esos casos, las operadoras se encargan de guiarlas y asesorarlas de manera profesional para que éstas puedan ayudar a la mujer en cuestión.
En el contexto de la pandemia, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat habilitó a través de un acuerdo con el Club Nueva Chicago un nuevo espacio para ampliar la capacidad de cuidado, asistencia, acompañamiento y resguardo transitorio de mujeres, con o sin hijos menores, víctimas de violencia de género de la Ciudad de Buenos Aires.
El espacio tiene capacidad para 30 mujeres con espacios modulares y de resguardo; y una zona de aislamiento y vestuarios. Serán acompañadas por un equipo profesional interdisciplinario de asistencia (psicólogas, abogadas, trabajadoras sociales; esparcimiento y recreólogas; psiquiatras y médicas).
El objetivo del Centro de Nueva Chicago es ampliar la capacidad de atención y cuidados durante la pandemia, de casos con rápida resolución y egreso, preservando los espacios de las Unidades Convivenciales para los casos de mujeres víctimas de violencia por razones de género más complejos o de alto riesgo.