Defensa al Consumidor de la Ciudad edición navideña: cómo comprar mejor que Papá Noel

Los especialistas en derechos del consumidor del organismo porteño explican cuales son los superpoderes de los vecinos para ganarle al ícono de los regalos.

No es considerado un superhéroe pero sin lugar a dudas tiene superpoderes. En pocas horas, recorre el mundo entero cumpliendo los deseos de grandes y chicos. Los humanos, meros mortales, no podrán vencer como él las barreras del tiempo y el espacio pero sí pueden conseguir ese deseado obsequio sin caer en publicidades engañosas, letras chicas desventajosas o precios inflados. Los especialistas de Defensa al Consumidor de la Ciudad explican cómo lograr sortear estos obstáculos y comprar mejor que Papá Noel.

“Comprar bien requiere, como la mayoría de las actividades, una postura activa por parte del consumidor. Tenemos que informarnos, estar atentos y exigir que se respeten nuestros derechos como consumidores. Y si los vecinos notan que alguno de estos derechos es vulnerado, desde Defensa al Consumidor estamos para aconsejarlos y velar por su cumplimiento”, afirmó Facundo Carrillo, Secretario de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, área de gobierno en la que funciona Defensa al Consumidor de la Ciudad.

El primer “superpoder” del consumidor humano es, para los especialistas de Defensa, informarse. Pasan los años y comparar precios no pierde vigencia. No solamente es recomendable hacerlo entre diferentes oferentes sino también entre los precios de la misma marca cuando hay descuentos o promociones. Hay que contrastar los precios actuales con los existentes los días previos para distinguir las verdaderas ofertas de las falsas. ¿Una prueba de la vigencia de esta práctica? Hay páginas web específicas para hacer estas comparaciones de forma más simple y rápida.

Si la compra o contratación del servicio se va a realizar de forma online, es elemental chequear la reputación del vendedor o la marca y realizar la adquisición sólo por medio de sitios web seguros y oficiales. Muchos sitios permiten ver las calificaciones que otros compradores hicieron sobre el vendedor. Si no, nunca está de más revisar los comentarios en las redes sociales de la empresa.

El valor que se paga por un producto puede variar considerablemente de un día al otro debido a las promociones y descuentos típicos de las épocas navideñas. Es importante investigar si lo que se quiere adquirir es alcanzado por alguno de estos beneficios y qué día es preferible realizar la transacción. También puede haber diferencias según el medio de pago que se use por lo que hay que averiguar de qué forma o con qué tarjeta de qué banco hay, por ejemplo, cuotas sin intereses o reintegros.

Se acerca Navidad y las redes sociales, la televisión, los portales de noticias, los diarios, la radio y las calles son invadidos por publicidades, promociones y descuentos. Pero muchas veces éstos no son lo que parecen. Para no caer en la desilusión que genera una compra fallida, y su perjuicio económico, es elemental estar atentos: leer los asteriscos, la letra chica, los legales o los claims. Los términos y condiciones que figuran en estos apartados generalmente contienen topes máximos de descuento por compra, limitaciones de stock, días específicos en los que rigen las promociones, productos excluidos, e información sobre si el descuento se aplica al pagar o es luego reintegrado.

“Los precios tienen que estar exhibidos en la vidriera y en las góndolas sobre cada artículo o grupo, expresado en pesos e indicando el valor que efectivamente va a tener que abonar el consumidor”, explicó Vilma Bouza, Directora de Defensa al Consumidor de la Ciudad. “Con respecto a los precios en los sitios web, estos deben indicarse también de forma clara”, agregó.

Uno de los motivos más frecuentes de pedidos de inspección en la Ciudad es la diferencia de precios entre lo que se indica junto a los productos en las góndolas o percheros y lo que el comprador debe pagar en la caja al efectuar la compra. Hay que controlar que esto no suceda y en el caso de que pase, el precio que deberá abonarse es el que figura en las góndolas o percheros. Estar atentos sería, entonces, el segundo superpoder.

Para poder reclamar ante cualquier problema en la compra o contratación, el consumidor necesita probar primero que existe una relación comercial. Por eso, es fundamental tener un ticket o factura. Además, en estos documentos se consignan datos sobre el oferente, la fecha en la que se realizó la transacción y otra información que puede ser útil.

También es aconsejable, cuando compramos dentro de una promoción o utilizando un descuento, conservar una copia del aviso publicitario. Esta puede ser, por ejemplo, una impresión de pantalla o una fotografía. De esta forma, podremos demostrar después, si surge un problema, qué era lo que decía el aviso. Respaldar la compra, con un comprobante de compra o una imagen de la promoción, es el tercer superpoder.

Más allá de conocer los derechos como consumidor y estar atentos a su cumplimiento, el vecino tiene un cuarto superpoder que es esencial: exigir que se cumplan. Parece obvio pero hay muchos derechos que los vecinos de la Ciudad tienen como consumidores que se vulneran a diario.

Por ejemplo, no puede haber diferencia entre pagar con tarjeta de crédito, tarjeta de débito o efectivo en una cuota. Esto significa que no puede haber recargos por pagar con tarjeta. Sin embargo, sí puede haber descuentos por pagar en efectivo ya que la diferencia en esos casos es a favor del consumidor.

Hay que destacar que todo lo que se diga en un aviso publicitario se considera como incluido en el contrato de compra o contratación y debe cumplirse. O sea, que el precio, las condiciones de pago o las formas de entrega deben ser tal cual se publicitaron en el aviso. Si algo de lo que dice la publicidad no se cumple, hay que exigirlo.

En cuanto a los cambios, estos pueden realizarse durante 30 días desde que se retira o entrega el producto y no se pueden restringir los días y horarios para hacerlo. También es importante tener en cuenta que todos los productos nuevos, sin importar el medio de adquisición, tienen una garantía legal de 6 meses y los usados de 3. No hace falta que el vendedor ofrezca un certificado. El consumidor tiene 30 días corridos desde que recibe el producto para efectuar cambios y, si al realizarlo se produjese un saldo a favor del cliente, el local tiene que emitir un comprobante de crédito con validez de 90 días.

Uno de los derechos menos conocido por los consumidores es que, al comprar en modalidad online, tienen 10 días corridos para arrepentirse sin tener que dar explicación alguna y sin costo alguno. Además, está vigente la resolución 424 de la Secretaría de Comercio Interior que obliga a las páginas web de proveedores a tener a la vista un “botón de arrepentimiento”.

El quinto superpoder de los consumidores porteños es denunciar los incumplimientos de sus derechos. En la Ciudad, tienen dos formas de hacerlo: haciendo una denuncia o solicitando que se realice una inspección. Para hacerlo pueden ingresar a la página de Defensa al Consumidor o a la aplicación BA147.

La denuncia se puede hacer en modalidad 100% online y no lleva más de unos 15 minutos. Va a necesitar una copia de su DNI digitalizada; una factura o algún documento que demuestre la relación de consumo; y algo que pruebe el hecho denunciado como un correo electrónico o la copia de una promoción. La resolución, en época de pandemia, también va a ser de forma remota gracias a las audiencias virtuales implementadas este año.

Para realizar la solicitud de inspección necesita solamente su DNI y la dirección del lugar. Puede solicitar la inspección, por ejemplo, ante el cobro de la recarga de la SUBE, la falta de exhibición de precios en locales comerciales o la existencia de publicidades engañosas en páginas web.

“Actualmente, las solicitudes de inspección a comercios se realizan dentro de las 48 horas posteriores al ingreso del pedido del vecino y, en caso de constatarse la infracción reportada, se sanciona al titular del comercio”, afirmó Jorge Surin, responsable de Inspecciones y Lealtad Comercial de Defensa de la Ciudad.

Desde la gerencia de Inspecciones ya se controlaron en lo que va de diciembre 102 páginas web de empresas que comercializan productos y servicios, para verificar que cumplan con la normativa de lealtad comercial. O sea, exhibir el precio final y el stock de unidades con las que cuentan para las ofertas difundidas para las fiestas, delimitar el comienzo y finalización de las promociones y su alcance geográfico o limitaciones.

Durante la semana previa a Navidad, Defensa de la Ciudad desplegó una serie de operativos preventivos en los principales centros comerciales y avenidas. En los operativos se entrega a los comerciantes la cartelería de difusión de derechos que deben exhibir en sus vidrieras y se asesora a los potenciales consumidores respecto a sus derechos. También se realizan controles de exhibición de precios en bares y restaurantes, habiéndose inspeccionado ya 129 comercios del rubro gastronómico en las zonas de mayor concurrencia.

Defensa al Consumidor de la Ciudad es el organismo que protege los derechos de los ciudadanos de Buenos Aires en su rol de consumidores. Si alguno de estos derechos no se cumple, los vecinos pueden pedir asesoramiento a través de las redes sociales (Facebook /BAconsumidor y Twitter @BAconsumidor) o la línea gratuita 147; y denunciar la situación en el sitio https://www.buenosaires.gob.ar/defensaconsumidor o la aplicación BA147.