Participaron más de 250 artistas en 19 espacios y 46 anticuarios.
El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires realizó el Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires, con lo mejor del género. Más de 30 mil personas disfrutaron durante cuatro días de más de 40 conciertos, talleres, masterclass y clases de swing, actividades en su gran mayoría con entradas agotadas. Este año, por primera vez, la dirección artística estuvo a cargo de una mujer. La encargada de llevar adelante esta tarea fue la cantante Julia Moscardini.
La apertura se realizó el jueves 4 de noviembre. Esa noche, el festival y La Noche de los Anticuarios en conjunto dieron la oportunidad de viajar al pasado para disfrutar del jazz de los años 30. En las calles del Casco Histórico de la Ciudad hubo visitas guiadas por los anticuarios de la zona, shows de Hot Shooters y Desmadre Orkesta, performances y experiencias teatrales, ilustradores interviniendo vidrieras y clases de Swing. En Arte Antica se presentaron Páez-Boccanera-Gatica trío y el músico Miguel Tarzia. En la Scala de San Telmo tocaron Norris Trío y Pablo Raposo Quinteto. Estos y todos los shows de La Scala fueron transmitidos por la web Vivamos Cultura.
Esta edición del festival fue una herramienta que acompañó e incentivó la reactivación del sector, vinculándose con espacios privados icónicos del género como los clubes de Jazz. La programación incluyó más de 40 conciertos, talleres presenciales y virtuales. Hubo cruces entre músicos de distintos puntos del país y músicos residentes en Buenos Aires. La selección de la mayoría de los artistas surgió de convocatorias abiertas a todo el país, como parte del programa Cultura Abierta. Además, gran parte de los inscriptos formaron parte de Vidriera de Jazz, un espacio de visibilización virtual en el que el público pudo descubrir nuevos artistas del género.
La Usina del Arte fue una de las sedes que albergó una gran cantidad de conciertos. Entre ellos los de Magali Fernandez que presentó su disco Don’t Get Scared, Cavalli-Romero Jazz Duo, Hernán Jacinto Trío y Barbie Martínez Septeto y Ernesto Jodos Quinteto.
En el cierre del festival, se realizó el domingo 7 a las 20 en La Usina, con la presentación de Escalandrum, a sala agotada. Nacida a principios del año 1999, es una de las agrupaciones más originales de la escena del jazz argentino, el público los ovacionó al terminar la función que cerró este Festival BA Jazz. Formada por Damián Fogiel en saxo tenor; Nicolás Guerschberg en piano; Gustavo Musso en saxos tenor y soprano; Martín Pantyrer en saxo barítono y clarinete bajo; Mariano Sivori en contrabajo y Daniel Pipi Piazzola en batería, nieto del mítico Astor Piazzolla del que se cumple un centenario de su nacimiento.
Los clubes de Jazz, fueron una parte importante del Festival. Cada uno con sus particularidades, llevaron los sonidos del jazz a las calles de Palermo. En Bebop hubo shows íntimos y en la terraza al aire libre. Virasoro se sumó al festival albergando la JAM. En Thelonious hubo un cruce y concierto. Y Borges, espacio que se ha posicionado fuertemente en la escena del Jazz, tuvo dos conciertos y dos clínicas.
También hubo propuestas para disfrutar al aire libre. En el Jardín Japonés tocó Delfina Oliver Quinteto. La cantante presentó en vivo su disco Tokyo Sessions (2020). Participaron como invitados el grupo de tambores japoneses Buenos Aires Taiko.
También hubo conciertos en Parque Centenario. Tocaron Flopa Suksdorf septeto y La Fundación de Funk. En Chile y Balcarce funcionó la Calle de la Música. Diferentes bares de la zona albergaron propuestas: tríos y cuartetos de jazz, shows acústicos, clases de swing y big bands.
El domingo se realizó Hilvanando Jazz, un recorrido en bicicletas en el que público, músicos y el festival fue redescubriendo la Ciudad. Comenzó en la estación de subte Lanteri de la línea H, con paradas en la explanada del Paseo del Bajo, el Buenos Aires Museo (BAM) y Je Suis Lacan. Guio la actividad el dj Bad Boy Orange, que fue musicalizando el recorrido con lo mejor del Jazz.
En Vivamos Cultura se pudo disfrutar de dos shows internacionales: el del reconocido músico brasileño Amaro Freitas y el del trío coreano Lee Han-Earl Trío.
En el espacio de formación, de manera virtual Horacio Fumero dio la masterclass “Trayectoria, vigencia y motivación del jazz”, y la música catalana Rita Payés la clínica “El tránsito de una joven artista entre el jazz y la música popular”. Hubo clínicas presenciales: en La Usina del Arte, Julia Sanjurjo dio “La vocalidad en el jazz: una aproximación al estudio del género, el repertorio y la improvisación”; en Borges Ricardo Cavalli dio “Aprendemos a crear y practicar desde un espacio libre de ruido” y Juan Cruz de Urquiza “Desarrollo de un solo”.
Los más chicos también pudieron disfrutar de actividades especialmente pensadas para acercarlos al género. El sábado estuvo la experiencia “Exploradores del sonido”, un recorrido activo por una instalación sonora para toda la familia. El domingo Giulianna Cacace dictó un taller de exploración musical para chicas y chicos de entre 8 y 12 años.
Por primera vez una mujer dirige artísticamente el festival de Jazz. Julia Moscardini es cantante, con formación musical orientada al jazz. En Buenos Aires estudió con maestros como Barbie Martínez, Mariano Loiácono, Ernesto Jodos, y en Nueva York con Sheila Jordan, Jay Clayton, Christine Correa, Fay Victor, Theo Bleckman, entre otros.
Se presentó en los principales escenarios de la ciudad, acompañada por reconocidos músicos de la escena. Participó del Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires, del ciclo Jazzología, y forma parte de la Orquesta de Jazz del CCK (Big Orchestra). Compartió escenario con músicos internacionales como Cyrus Chestnut, Antonio Hart, Carl Alen y Jack Wilkins, en sus visitas a Buenos Aires.
En 2019 editó su primer disco solista “Stablemates». Paralelamente, se desempeña como docente, dando clases de canto, improvisación y lenguaje musical. Además, desarrolla talleres grupales de Jazz recorriendo su historia y principales exponentes del género.